Conejo Triste
De izquierda a derecha: bordado que después se usaría como boceto para el logo de la marca, primer ejemplar, y primer modelo conejo.
El proyecto surge en el 2015 a partir de una reflexión entorno a la tristeza, a cómo mi personalidad introvertida ha sido un rasgo que algunas personas llegan a asociar con la tristeza, siendo común escuchar preguntas y expresiones como: ¿por qué siempres estás triste?, ¡no estés triste!, ve el lado positivo, ¿porqué no sonríes?, no importa qué debes sonreír siempre. Estos señalamientos me llevaron eventualmente a preguntarme: ¿y si en verdad estuviera triste por qué no debo mostrarlo?, ¿porqué debería a forzarme a sonreír si me siento mal?, ¿porqué se tiende a rechazar y querer cambiar enseguida esta emoción?, ¿porqué estar triste es considerado malo?, ¿porqué se catalogan las emociones en negativas y positivas cuando son únicamente reacciones a un estímulo? La forma en que le dí salida a este proceso de reflexión fue a través de variadas exploraciones desde el dibujo, pintura, bordado, y objetos; curiosamente, el material que sentí más adecuado para trabajar este tema fue el textil.
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El proyecto derivó en la marca Conejo Triste, que ofrece compañeros para los momentos en que la tristeza se planta al lado, hechos 100 % a mano con materiales textiles de reuso. Personajes de diseño único a través de los cuales se promueve la validación de las emociones -en específico la tristeza-, la aceptación de ellas como parte natural de los procesos de vida, las cuales es necesario dejarnos sentir para aprender a identificarlas acertadamente en un futuro, aprender a manejarlas, y en su momento dejar ir.
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Pensando en de qué manera podría representar que a pesar de la diversidad humana la tristeza es un elemento en común pues nos ha acompañado en algún punto de nuestras vidas, en que las necesidades y las formas en qué reaccionamos ante ella son tan diversas como las personas, y en que esta emoción puede venir acompañada de otras, se me ocurrió ofertar una gama variada de animales, además de que contarían con rasgos físicos distintos: algunos tienen brazos otros no (algunos al encontrarnos tristes queremos contacto, abrazos, pero hay quienes no), lo mismo con la boca (algunos no queremos decir nada, otros necesitamos hablar) , etc.
De igual forma, como parte de mi investigación y del concepto de ConejoTriste, generé una lista de reproducción en Spotify de música para acompañar la tristeza. La playlist es una mezcla de elecciones personales y respuestas de los seguidores de la Fanpage del Conejo Triste a estas preguntas: ¿cómo nos acompañamos al estar tristes? En mi caso lo hago con música, ¿los demás lo harán o preferirán el silencio? ¿qué tipo de música escuchan las otras personas cuando están tristes?